Marina Óáz

 

 

Marina Óàz, nombre artístico. María Gómez Fernandez Ingeniera española. Lleva viviendo en Italia tres años, la trajo su trabajo en una mulinacional. Acaba de ganar el premio Laguna. Una mujer del Renacimiento en el corazón del Milán del siglo XXI. Entro a su cocina, que ella misma ha diseñado, echo un vistazo a su salón, recuerdo de muchos países donde ha vivido, saboreo un brownie que ella misma he hecho (acaba de hacer un curso de pastelería). Dos gatitos ronronean alrededor de nosotras. Nos tomamos una infusión con varias mezclas. Un clima estimulante. Soy consciente de que me encuentro con lo que se dice en Italia una persona “molto in gamba”.

 

Eres una española que ha trabajado en muchos países. Animarías a otros a hacerlo para crecer profesionalmente...

No solo animaría a alguien a trabajar fuera de su país sino que lo haría obligatorio, por ejemplo para obtener un título universitario o un módulo superior. Desde los gobiernos se debería potenciar de forma seria, con las ayudas económicas que conlleva. Vivir la realidad de otros países te abre la mente.

Así es. Estoy tan de acuerdo...

Vivir y trabajar fuera de tu patria te ayuda a apreciar y valorar más tu país, pero al mismo tiempo entiendes que hay cosas que se hacen mejor en otro sitio y que por tanto deberíamos cambiar. Un ejemplo, la Sanidad Pública española, que desde luego sería más apreciada  y más cuidada si se hubiese vivido la realidad de otros países, incluído los europeos.

Es difícil  a veces adaptarse a otros modos de trabajar. Cuéntanos tu experiencia.

Eso en realidad depende de cada persona, y de lo atento que estés a respetar formas de trabajar distintas a las tuyas. Yo no he tenido nunca problemas para adaptarme, pero he conocido a gente que, consciente o inconscientmente, no tenía en cuenta las diferencias culturales con resultados nefastos. Con algunas culturas adaptarme ha implicado una buena dosis de frustración.

Hace ahora tres años llegas a Milán.

Me trajo una multinacional a finales de mayor de 2016, venía de Sudáfrica, iba para Ghana y acabé en Milán.

Te gusta la forma de trabajar de este país, el made in Italy...

No es el mejor, algo que a un español no le sorprenderá porque es muy parecido a España. Hay una ventaja y es que como aquí se cena antes, nadie se queda en el despacho hasta las 21h00. En este tema tanto España como Italia están muy retrasadas respecto a otros países. Todavía la norma es valorar a la gente por la hora en que se va del trabajo en vez de por los resultados que obtiene. Flexibilidad y trabajar desde casa son muy raros, ya sea en Italia o España. Yo he tenido la suerte porque trabajando en una multinacional americana, esto no era así.

Los españoles que viven aquí se quejan de que falta vida...

Tenía bajas expectativas de Milán, ciudad industrial y gris: gente poco sociable. Sin embargo no he tenido dificultad para conocer gente, que además la hay de distintos sitios. En otros países he tenido más dificultades para socializar. He conocido a mucha gente con una aplicación que funciona: Meet-Up. Es una ciudad accesible, un tercio de Madrid, por lo que se llega enseguida a todas partes y hay muchísimas actividades culturales. El tema del diseño y moda le da un toque bastante original a la ciudad. La semana del diseño me encanta, con instalaciones  por doquier. Hay barrios con edificios modernistas preciosos, y por la mañana los portones están abiertos y se ven los patios interiores. El aperitivo milanés también me gusta y nos encontramos muy cerca de la montaña y del mar.

Milán ha cambiado mucho en estos años...por la EXPO.

Eso me han comentado que ha cambiado en estos cinco últimos años.

Te presentaste a un concurso y ganaste. Cuéntame un poco.

El premio consiste en una residencia de artista de un mes, para desarrollar u proyecto, una instalación mural que quedará fija en las instalaciones Open dream de Treviso.

¿Open Dream...? (le digo mientras me termino el brownie que estaba delicioso).

 Es un proyecto de regeneración de una antigua fábrica de cerámica, para transformarla en un polo de excelencia del made in Italy, 100.000 metro cuadrados en los que comida, arte, turísmo sostenible, innnovación, talleres, eventos se unen en un proyecto ambicioso co-financiado por la Unión Europea.

 Pero el premio supone un cambio de onda para tí...has hecho un curso de pastelería en Milán. 

Sí, estoy experimentando recientes cambios en mi carrera profesional debido a una reestructuración que hicieron en mi empresa..mi puesto iba a ser eliminado. Me ofrecieron irme a otros sitios pero yo estaba bien en Italia y me focalicé en mi faceta artística. Me dedico ahora a actividades que cuando hacía de ingeniera no tenía tiempo de desarrollar, por ejemplo la cocina. He hecho un curso de pastelería donde he aprendido lo que buscaba: bases técnicas.

Quedará en hobby o irá a algo más... (mientras hago esta pregunta, un gato de pelo negro y blanco brillante ronronea, ella lo llama por nombre, Filo, y lo acaricia).

Mi idea es montar una start up el proximo año. Estoy todavia dándole vueltas al tema, pero probablemente relacionado con la pastelería y la cerámica. La cerámica es otra de mis pasiones. (su casa está decorada básicamente con cerámicas y cuadros de ella).

Ingeniera y artísta al mismo tiempo no es la cuadratura del círculo. ¿no?...

Mi padre ingeniero naval mi madre una apasionada del arte e hizo años de arquitectura. Mi padre hacía cosas manuales, construyó su propio barco. En el Renacimiento los ingenieros eran artístas, era lo normal. Es una pena que esto se haya perdido un poco, porque esta mezcla ha dado lugar a mucha innovación a lo largo de nuestra historia. El arte debería estar más presente en la educación.

Marina mucha suerte, te mereces lo mejor porque tienes muchos dones.

 

 

Nos quedamos hablando en la mesa de su cocina, entre los muchos argumentos que salen a colación destaco el de las ciudades de España,  coincidimos en que son preciosas, y de lo bonito que es nuestro país. Tal vez sea que la añoranza nos une, al mismo tiempo que la pasión por descubrir.

 

Directorio Profesional Maria Óáz

 

Junio 2019

Miriam La Fuente